Kepa Torrealdai*

Grupo de Investigación sobre psicoanálisis y medicina, Bilbao

Este es el resumen de la ponencia sobre el dolor y la fibromialgia desde el enfoque del psicoanálisis de Santiago Castellanos Médico de Atención Primaria y Psicoanalista.

Introducción

Se define el dolor como acontecimiento que se experimenta en el cuerpo pero que está anudado a un conflicto no evidente o no visible.

Freud aborda el síntoma conversivo como la perturbación de las funciones del cuerpo. Su gran descubrimiento fue el tratamiento a través de la palabra de las funciones del cuerpo.

Lacan en su última enseñanza habla del síntoma como acontecimiento del cuerpo.

Se presenta la fibromialgia como algo que no anda para la ciencia. Donde la medicina encuentra un límite.

Exposición

Nos habla del caso de una actriz en el que fue necesario una elaboración del duelo para que el síntoma doloroso cediese, allí donde los analgésicos no habían demostrado eficacia alguna. Es decir que si ella no hablaba, quizá lo estuviera haciendo su cuerpo.

Ante la problemática de la fibromialgia plantea 3 tesis:

1. Hay un lenguaje del cuerpo. La subjetividad ocupa un lugar central. El cuerpo está muy enredado, hace muchos síntomas.
2. Es un fenómeno transclínico: Neurosis graves y psicosis. No solamente trastorno conversivo (Neurosis histérica).
3. Es posible un tratamiento con la palabra

* Definición de la OMS para el dolor:

El dolor es una experiencia sensorial y o emocional desagradable asociada con una lesión presente o potencial, es decir haya lesión orgánica o no.

El dolor es real, no es imaginario, sin que necesariamente responda a una lesión orgánica.

* Recuerda la Tesis doctoral de Pío Baroja de 1896 (que fue Médico antes de que hubiera sido escritor)

El cuerpo se experimenta como vivo a través de la cenestesia del placer y del dolor.

Haciendo un forzamiento trata de equiparar el concepto de cenestesia con el de goce lacaniano (Goce en el sentido de displacer). En la clínica nos encontramos con el empeño de ir más allá del placer y encontrarnos con el dolor. Para Lacan el goce sería la satisfacción que excede los límites del placer.

* J. Lacan en 1966 describe en Psicoanálisis y Medicina: El colosal desarrollo de la medicina incluye un problema y es la exclusión de la subjetividad del paciente. El sujeto queda forcluido.

Desde el siglo XVI se viene con una concepción del cuerpo como una máquina, donde la subjetividad no está convocada.

Lacan habla de una falla epistemo-somática: El cuerpo no se caracteriza simplemente por la dimensión de la extensión: un cuerpo es algo que está hecho para gozar, gozar de sí mismo. La dimensión del goce está completamente excluida de eso que he llamado la relación epistemo-somática.

Podríamos decir que el organismo del viviente se encuentra con el lenguaje y da como resultado un cuerpo. Las huellas del lenguaje quedan como marcas en el cuerpo.

Para el psicoanálisis el ser humano no es un cuerpo, tiene un cuerpo y siempre hay una hiancia entre el Ser y el Cuerpo. La relación con el cuerpo es siempre problemática, siempre sintomática, es como un otro (lo pongo en minúscula, como un otro especular, del estadio del espejo)

Entonces se trata de hacernos cargo de este ensamblaje del Ser y el cuerpo como un otro. Un duelo, una pérdida, una relación de estrago, una estructura psicótica que se desestabiliza… hace fallar este ensamblaje y el dolor puede ser un síntoma de este enredo.

En la estructura psicótica el cuerpo está constituido de manera problemática desde el principio.

La idea es: Algo o alguien habla desde el cuerpo y eso puede ser escuchado.

Las palabras duelen y quizás también pueden liberar el dolor.

Habla del caso de Isabel de R de S. Freud 1895 como un caso que podría encajar en este diagnóstico actual de fibromialgia. Freud trató de enlazar las zonas dolorosas con las escenas de la vida. Digamos que el Yo a través de sus mecanismos de defensa se había ahorrado un sufrimiento anímico, pero esto por conversión pasaría a ser un dolor físico sintomático.

Presenta el caso de María: en el que una vez desenmascarada la clínica del dolor se abre a una neurosis sobre la feminidad y la sexualidad que pasa a un primer plano.

Se cura el tema del dolor pero no la neurosis. Quedaría pendiente para un trabajo posterior.

No hay protocolos en este trabajo, y también cuenta si el paciente consiente a ello, al trabajo psicoanalítico. Como se ha mencionado antes Santiago Castellanos se encuentra no sólo con casos de Neurosis sino también de Psicosis ordinarias mínimamente compensadas. A veces la misma nominación de «Fibromiálgica» tiene una función estabilizadora en las psicosis, pacifica el goce corporal, da cierto anudamiento.

Es una clínica del caso por caso

Es importante la alianza del psicoanálisis y la medicina. Se pueden intentar encontrar salidas, fuera de una especie de destino fatal en el que las pacientes tuvieran que acostumbrarse a dicho dolor (enfoque cognitivo-conductual), algo así como “usted tiene que hacer las paces con lo que le ha tocado, acostúmbrese a su dolor”. Hay una orientación, para escuchar a aquello que habla desde el cuerpo. Hay alguna posibilidad que ese algo hable de otra manera.

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Se leyó este resumen en sesión en el Centro de Salud de Lekeitio hace unos 2 meses con todo el equipo médico y de enfermería de Lekeitio, Aulestia, Ispaster y Ea.

Hubo algunos conceptos que suscitaron interés como el concepto de goce en el sentido de ir más allá del placer, que vemos tanto en la clínica (y en nosotros mismos). El concepto de psicosis ordinaria que era nuevo para los médicos y que ninguno se podía imaginar que debajo de la clínica de la fibromialgia pudieran encontrarse con casos de psicosis o que se pudiera desencadenar una psicosis si se desestabilizaba dicha clínica.

La manera de actuar con cautela y respeto ante la nominación de “fibromialgica” y el cambio de enfoque en el que el síntoma no era algo a combatir y vencer sino a escuchar y descifrar.

Se abría una ventana para ver de manera diferente la clínica de la fibromialgia que habitualmente es como una patata caliente que nadie se la quiere quedar precisamente porque supone un escollo, un palo metido entre los radios de la rueda de la medicina y que ahí el psicoanálisis de orientación lacaniana puede tener un lugar para el tratamiento.

Y para terminar como dice la Sra. Raimbault en Psicoanálisis y Medicina: El Médico no puede ser una máquina de diagnosticar , un robot terapéutico, es un sujeto, como todos los sujetos, atrapado en un discurso inconsciente.

Y como tal, también está tocado por el significante.

 

*Trabajo presentado en el IX Symposium de los Grupos de Investigación del Seminario del Campo Freudiano de Bilbao que, con el título “Diversidad de las prácticas orientadas por el psicoanálisis. El orden social hoy”, fue celebrado en Bilbao el 1 de junio de 2013