Curso 2018 – 2019

Seminario de lectura y comentario de textos
La letra en el inconsciente
La carta robada

Estela Paskvan

17/11/2018

 

Estela Paskvan abre el trabajo del seminario de lectura y comentario de textos en la Antena Clínica de Bilbao, curso 2018/19 La letra en el inconsciente donde trabajaremos tres escritos de Lacan: El Seminario sobre «La carta robada» (1.956), La instancia de la letra en el inconsciente o la razón desde Freud (1.957) y Lituratierra, de Jacques Lacan.

En el apartado segundo del escrito La instancia de la letra encontramos, precisamente, el título de este seminario: la letra en el inconsciente. Este apartado es muy importante para el tema que nos ocupa, porque los sueños hay que descifrarlos al pie de la letra, nos dice Lacan. No se trata de simbolismo en el sueño, sino de atender “a la instancia en el sueño de esa misma estructura literante”. La estructura fonemática es literante, se refiere al significante. La letra, lo literante, la figuración literal, es su localización.

Las viejas letras de molde de la imprenta, dice Lacan, presentifican la letra, la estructura esencialmente localizada del significante. Se ve alumbrar una cierta diferencia entre el significante y la letra, pero aún van juntos en su enseñanza. Como también van juntas la lectura y la escritura. Aun los escritos son para leer. Pasará tiempo para comprobar que letra y significante se separan, eso lo veremos en Lituratierra.

En la Obertura de los escritos sobre la carta robada, Lacan dice que da a la carta robada el privilegio de abrir la secuencia de los escritos a despecho de la diacronía de esta. Efectivamente, este privilegio está en relación a la letra, por eso Miller eligió Lituratierra para abrir la recopilación de los Otros escritos.

El lugar. El lugar nos remite a la estructura localizada del significante. Al equívoco entre la letra y el significante en cuanto al espacio, al lugar que ocupan. ¿Dónde está la carta?

“Es evidente que la carta en efecto tiene con el lugar relaciones para las cuales ninguna palabra francesa tiene todo el alcance del calificativo inglés odd. Bizarre, por la que Baudelaire la traduce regularmente, es sólo aproximada. Digamos que esas relaciones son singulares, pues son las mismas que con el lugar mantiene el significante” (Pág. 35 El Seminario sobre “La carta robada” Escritos I).

La pregunta es: ¿La carta y el significante son lo mismo? No. Eso es una lectura errónea. No identificamos la letra y el significante, sino que ambas mantienen relaciones singulares con el lugar. El error de la policía es buscar la carta como un significante, por sus señas, y no por lo que tiene de objeto. Buscarlo por el significante y no por el objeto.

Para la policía los objetos están identificados por sus señas, por sus significantes. Buscar la sal en los tarros donde ponga “sal”, por ejemplo. Si esta carta escapa a la investigación policial es porque esta carta no responde a sus señas. El ministro las ha cambiado, es por esto que no la encuentran. Hay una diferencia entre el significante y la letra, o el objeto que es la carta. “Pero los buscadores tienen una noción de lo real tan inmutable que no notan que su búsqueda llega a transformarlo en su objeto. Rasgo en el que tal vez podrían distinguir ese objeto de todos los otros” (Pág. 36 Escritos I).

El mensaje de la carta, el resto y su destino. Un pedazo de papel insignificante. La Reina sabe de qué va la carta, conoce el mensaje. Pero aquí se separa el mensaje que lleva la carta de su materialidad de objeto, eso que sigue circulando por ahí. Si no fuera así ¿por qué se devuelven las cartas? “Si pudiera decirse que una carta ha llegado a su destino después de haber cumplido su función, la ceremonia de devolver las cartas estaría menos en boga como clausura de la extinción de los fuegos de las fiestas del amor” (Pág. 37 Escritos I).

¿Por qué se devuelven las cartas de amor? ¿Por qué se devolverían si ya cumplieron su mensaje? Más allá de su función. Lo que queda de esta operación es un resto. “Un resto que ningún analista descuidará, adiestrado como está a retener todo lo que hay de significante sin que por ello sepa siempre en qué utilizarlo: la carta dejada por el Ministro, y que la mano de la Reina puede ahora estrujar en forma de bola”. (Pág. 25 Escritos I).

“Ojalá los escritos permanecieses, lo cual es más bien el caso de las palabras: pues de éstas la deuda imborrable por lo menos fecunda nuestros actos por sus transferencias. Los escritos llevan al viento los cheques en blanco de una caballerosidad loca. Y si no fuesen hojas volantes no habría cartas robadas” (Pág. 38 Escritos I).

En cuanto resto. Es el resto de la operación propiamente significante del mensaje. “A letter, a litter, una carta, una basura” (Pág. 36 Escritos I). Una carta, una basura. La basura es el destino de las cartas, y de las publicaciones. La letra-carta se materializa en su materialidad, con ese pedazo de papel insignificante, una vez agotado el significante. La carta se presenta al final del recorrido simbólico, es un desecho como resto de la operación significante.

El objeto. En cuanto al objeto, aun Lacan no tiene el objeto a. En la Obertura de Octubre de 1966, Lacan señala “Porque desciframos aquí en la ficción de Poe, tan potente en el sentido matemático del término, esa división en la que el sujeto se verifica por atravesarlo un objeto sin que se penetren por nada, división que está en el principio de lo que se eleva al final de esta compilación bajo el nombre de objeto a” (Pág.22 Escritos I). La división del sujeto por el objeto. La puesta en valor del objeto cuando está separada del significante.

Lacan señalará que una carta siempre llega a su destino. Es enigmático. Consideremos que una carta robada, desviada, distraída, su trayecto ha sido prolongado, Lettre en souffrance, “carta en sufrimiento”, retardada en el correo. Hemos de distinguir aquí, al destinatario del destino propio de la carta, “invalidada en su texto”. ¿Qué es lo que queda del significante cuando ya no tiene significación?

El Ministro es un jugador, y Lacan define al jugador como aquel que interroga el significante y pregunta al azar. La respuesta no puede ser otra que “Cómete tu ser”, “Cómete tu Dassein”. Más allá de todas las significaciones, una respuesta en lo real. A nivel del ser. Del goce. Que es lo que, a su vez, está en juego en un final de análisis.

Un final de análisis tiene que ver con el ser de goce, con la letra de goce. Uno mismo es una carta en sufrimiento, buscando su destino.

 

 

Cosme Sánchez

 


 


Seminario de lectura y comentario de textos
La letra en el inconsciente
I. La instancia de la letra en el inconsciente

Gustavo Dessal

15/12/2018

 

«Oh ciudades del mar, veo en vosotras a vuestros ciudadanos…con los brazos y las piernas estrechamente atados con sólidos brazos por gentes que no comprenderán vuestro lenguaje y sólo entre vosotros, podréis exhalar, con quejas lagrimeantes, lamentaciones y suspiros, vuestros dolores y vuestras añoranzas de la libertad perdida. Porque aquellos que os atan no comprenderán vuestra lengua, como tampoco vosotros la comprenderéis.»

Con este poema de Leonardo Da Vinci comienza el texto en el que comenta Dessal que aparecen tres cuestiones que forman parte de la doctrina de Lacan: 1ª La esclavitud.: Somos siervos del lenguaje, 2ª La libertad perdida: en tanto siervos del lenguaje la libertad está perdida, 3ªLa incomprensión: el inconsciente, en el fondo, es que uno no comprende la lengua en la que habla.

«¿Cómo un psicoanalista de hoy no se sentiría llegado …a tocar la palabra cuando su experiencia recibe de ella su instrumento, su marco, su material y hasta el ruido de fondo de sus incertidumbres?

Lacan, hace una crítica a los postfreudianos. Para él la palabra está en la constitución de la subjetividad. Cómo es posible que tras la muerte de Freud, la palabra que es el marco, el terreno y el medio del psicoanálisis, haya desaparecido de las reflexiones de los psicoanalistas. Sabemos por ejemplo, que con la intervención del analista, toda certidumbre de la palabra se puede tambalear (a no ser que hablemos de la psicosis), esa fijeza se puede conmover.

En este escrito, el interlocutor de Lacan es el campo analítico que había llegado a la idea de que el inconsciente es la sede de los instintos. Sin embargo para Lacan el inconsciente está supeditado a la estructura del lenguaje, las leyes gramaticales imperan sobre el significante. Vemos en el análisis cómo el sentido se desplaza. Lacan equipara la condensación y el desplazamiento de los que habla Freud en las formaciones del inconsciente (sueños, síntomas, actos fallidos….) con las leyes gramaticales metáfora y metonimia.

 

Susana Viar

 

 

 


Seminario de lectura y comentario de textos
La letra en el inconsciente
II. La instancia de la letra en el inconsciente

Domenico Cosenza

23/02/2019

La clase de febrero 2019 sobre «La Instancia de la letra», tuvo a D.Cosenza como docente, y se centró en su segundo apartado: la letra en el inconsciente.

En este escrito se da el paso de un Lacan más dialéctico, hegeliano, a un Lacan más lingüístico. La lingüística es abordada por la vía del sueño, tomando el sueño al pie de la letra. Esto supone ubicarse en la dimensión del significante, no en la del sentido, tratando el sueño como jeroglífico. Los jeroglíficos realizan ya ese corte entre significante y significación. Por lo tanto, “leer” el sueño hace pensarlo como escritura, y es así que Lacan aplica ahí las leyes de la lingüística general: la metáfora (condensación freudiana), y la metonimia (desplazamiento).Es en este apartado que Lacan formaliza esta idea dando a la dimensión lógica del psicoanálisis un lugar central.

Al final de la clase D.Cosenza se detuvo en los conceptos de síntoma y deseo, en el apunte que sitúa la metáfora del lado del síntoma y el deseo del lado de la metonimia. También añade del apartado cierta definición en el mismo de la neurosis como pregunta, desplazando por completo del tema de la psicopatología.

T. Monreal enriqueció la clase con su reseña sobre Jacobson; y en la sala se conversó al final, entre otras cosas, del lugar que el sin sentido irá tomando en el sueño en la posterior enseñanza de Lacan.

 

 

Iñigo Martínez

 

 

 


Seminario de lectura y comentario de textos
La letra en el inconsciente
La instancia de la letra en el inconsciente
III. La letra, el ser y el Otro

Ana Ruth Najles

30/03/2019

Ana Ruth Najles se centra en el capítulo III de «La Instancia de la letra en el Inconsciente o la razón desde Freud» fechada en 1957, de Jaques Lacan, situado cronológicamente 4 años posterior a «Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis».

Se trata básicamente de la recuperación del descubrimiento freudiano y sus consecuencias descritas por los términos: “Wo es war, soll Ich werden”. El “Ich” traducido como el Sujeto de la enunciación a advenir.

Es una crítica explícita a la orientación postfreudiana de la IPA, separando el yo imaginario del yo de la enunciación.

La excentricidad radical del sí al sí mismo. La heteronomía radical cuya hiancia en el hombre mostró el descubrimiento freudiano, señala un otro más allá del semejante. Una alteridad diferente a la que muestra el eje imaginario, una alteridad en grado segundo, que lo coloca en posición de mediación con respecto a mí mismo como con respecto a un semejante.

Se trata del Otro, con mayúscula (A). Lugar donde se anuda el reconocimiento del deseo con el deseo de reconocimiento.

Freud señala esa frontera entre el Ser y el objeto. El Ser del sujeto queda del lado del síntoma y el objeto a será considerado real hasta le Seminario XX y posteriormente será tomado como semblante.

La letra en el primer Lacan será la letra para leer, la letra interpretable en la época de la primacía de lo simbólico. Pero para el último Lacan la letra será el significante sólo, separado de la significación, no destinado a leer ni a ser interpretado.

Por un lado tendríamos la interpretación de los sueños donde las imágenes del sueño pueden ser interpretadas en la medida que son habladas. Y por otro lado el texto Joyceano de Finegan Wakes que sería el ejemplo de un escrito para no leer, donde los significantes van por su cuenta. Donde no se puede hacer articulación ni punto de capitonado.

Con la pregunta ¿Lo que piensa así en mi lugar es otro yo? Descentra al ser de la existencia, quedando el ser del lado del semblante, de lo imaginario-simbólico del sentido.

Así muestra otra dimensión más allá del semblante y explica que lo escrito no pertenece al mismo registro de lo significante. La lingüística se hace cargo del significante.

En un análisis, en el lugar del agente está a, que produce S/ y este a su vez S1s. Que están separados por la doble barra con S2 (el saber). Es decir, en un análisis caen los S1s de los que no se puede extraer ningún saber. Porque no hay relación entre S1-S2.

a           S/
—          —
S2    //    S1

La lectura de lo que uno escucha introduce la función de lo escrito. Hay alguien que escucha y S1 cae como escrito y lo escrito no es para ser entendido.

Por ejemplo “El calzador sin medida” de Leonardo Gorostiza, está separado de todo saber. No hay relación entre S1-S2. No hay relación sexual. Nada calza.

Para que haya lazo debe haber discurso y la letra es efecto del discurso. El significante introduce el goce de la vida en el cuerpo. El lenguaje nos impone el Ser a través del goce y lo que fundamenta el ser es el cuerpo. Miller en su Clase 14 del Ser y el Uno, nos alumbra con que no hay metafísica sobre el ser. “El gran Otro del Ser hablante es el Cuerpo”.

Orientarse por ese Uno que goza en el cuerpo es la guía. La cosa es que ese Uno va a seguir gozando igual. El estilo de uno no cambia, lo que uno puede hacer es reconciliarse con su estilo.

 

 

Kepa Torrealdai

 

 

 

 


Seminario de lectura y comentario de textos
La instancia de la letra en el inconsciente

Lituraterre

ENRIC BERENGUER

27/04/2019

Lituratierra es un trabajo que Lacan escribió para una revista literaria. Transcurre a la par del Seminario De un discurso que no fuera de semblante. El año anterior había dado Los cuatro discursos y este: De un discurso… supone un fractura muy grande respecto al anterior. Un cambio de paradigma. Desarrolla la teoría del semblante equiparando lo simbólico y lo imaginario. Inicia una semblantización del significante amo. En Lituratierra hay una referencia al concepto de semblante. El significante empieza a pertenecer a la categoría del semblante y aparece la cuestión de lo real. Pensar la incidencia del significante en lo real implica retomar la categoría de la escritura y la letra.

Lacan se replantea si el concepto de la letra que había puesto en La carta robada y en La instancia de la letra es suficiente para distinguir la dimensión del sentido de la dimensión de lo real, y si puede haber algún tipo de regulación entre el significante y lo real del goce que no esté mediada por un discurso. Y para ello tiene que revisar su teoría de la letra.

Lacan va más allá de su discusión con Derrida, para quien la letra es una función primaria, interna al lenguaje. Toma el rasgo unario del Seminario La identificación y articula el efecto semántico de la dimensión del sentido, de la dimensión del afecto, lo articula a nivel de lo real del goce.

Destaca la dimensión de vacío como efecto primario del lenguaje. Agujero, efecto del troumatisme del encuentro con la lengua. Entre el significante amo y el efecto de goce inscribe un vacío constitutivo, un hiato, que llevará a Lacan a desarrollar el síntoma como letra. Es el síntoma la escritura, la respuesta del sujeto para tratar esa no correspondencia entre el sentido y el goce.

El traumatismo es lo primero en esta no relación, a la cual es sujeto va a tener que responder con algún tipo de construcción. Así la letra es algo secundario no primario. Lo simbólico es impotente para nombrar lo real.

El viaje sobre Siberia le permita a Lacan pensar en la escritura china una relación distinta entre el semblante y lo real. Es una escritura en la que hay algo de gesto inseparable de un acto. La escritura como un ordenamiento, un trazo que surge de un vacío. Esta dimensión de semblantización separa la idea de escritura de la idea de algebra. Una escritura separada de los algoritmos. No se pueden hacer algoritmos con la escritura china. Separa la letra de la matemática como si pudiera introducir una relación con un real.

Lacan cuando sobrevuela Siberia retoma la metáfora de Saussure y la modifica. Pone en la parte de arriba, en las nubes el semblante, y la llanura es una metáfora del cuerpo. Relaciona lo que corresponde al sentido vinculado con el lenguaje, y la dimensión de los efectos sobre el cuerpo, efectos de goce, con un proceso de aluvión que no corresponde a ninguna ley. El cuerpo es afectado por la ruptura de la nubes, hay una precipitación pero no hay ley.

Entre el significante y el significado, la metáfora y la metonimia hay una pura contingencia sin ley, que forma parte de efectos residuales. Una erosión, una figura de lo real sin ley.

Lacan busca lo que surge de la letra en lo escrito cuando algo en el sentido se rompe. Cuando la cadena significante se rompe en la psicosis aparece un real que estaba tapado por el sentido. Y el efecto sobre el cuero no es un efecto de significación sino un efecto de goce. El sentido es una barrera contra el goce y en los momentos de ruptura lo que responde es un efecto de goce sobre el cuerpo.

 

Angelines Monreal

 

 

 


Seminario de lectura y comentario de textos
La instancia de la letra en el inconsciente

Lituraterre II

Fabian Fajnwaks

25/05/2019

 

Aunque no es tarea fácil hacer una síntesis de la extensa y erudita exposición que, en el marco del Seminario de Textos de la Antena Clínica de Bilbao, ofreció Fabian Fajnwaks sobre el escrito de Lacan de 1971 “Lituraterre”, trataré de reflejar las ideas que, de la lectura de “Lituraterre”, el docente destaca como fundamentales.

En primer lugar, Fabian Fajnwaks explica que con “Lituraterre” Lacan inaugura su última enseñanza y hace una puesta a punto de la teoría de la letra. Nos recuerda que “La carta robada”, “La instancia de la letra en el inconsciente o la razón desde Freud” y “Lituraterre”, forman el cuerpo teórico que desarrolla el concepto de la escritura a lo largo de la enseñanza de Lacan.

En segundo lugar señala que es clave, para orientar la lectura y comprensión de los textos de Lacan, conocer el momento en que fueron escritos para poder situar el punto en que se encuentra su enseñanza, tener en cuenta las referencias que hace de otros autores y conocer el contexto de la época.

Al hilo de esta observación, el docente nos explica que Lituraterre surge como la respuesta de Lacan a la conferencia “Freud la escena de la escritura” que Derrida ofreció en 1966. Lacan se muestra crítico con la tesis que mantiene Derrida sobre la primacía de la escritura, y en “Lituraterre” utiliza los argumentos del filósofo para invertirlos y desmontarlos.

Para Lacan la marca escrita no preexiste al discurso, es el discurso el que crea la marca. Es decir, la marca de goce se crea a partir de lo simbólico y de la palabra. Esta idea se oponía y era más compleja de aceptar que la tesis que Derrida mantenía en esa conferencia, subraya el docente.

En cuanto al título del escrito “Lituraterre”, Fabian Fajnwaks nos dice que Lacan se sirve de la etimología para componer una palabra equívoca que une el término litter (basura) con lettre (letra). Entonces, continúa Fabian Fanjnwaks, hacer basura, resto con la letra, invita a relacionar la literatura con los restos que guarda el psicoanálisis, a entender la cultura como la cloaca. Cuando todo no puede ser dicho, hay un resto. Resto que es tan esencialmente humano como un poema, un cuadro, una obra de teatro o una sinfonía. La literatura reutiliza, aprovecha, los restos en escrito de lo que ha sido primero canto, gesta, procesión dramática. En definitiva, hacer escrito de lo que primero fue oral.

El punto central del texto es que el psicoanálisis apunta a cernir una verdad, y el saber se muestra en fracaso porque nunca podrá atrapar esa verdad. Es la letra lo que se sitúa en el litoral, en el borde del agujero en el saber. Entre el goce y el saber se encuentra la letra haciendo de litoral, borde entre dos sustancias distintas: saber y goce que en este punto de la enseñanza de Lacan no están en oposición.

Porque para Lacan la letra no es un significante. Sabemos que el significante opera cuando la percepción desaparece, es el signo de una falta, no es un estímulo, el signo perceptivo opera a partir de una ausencia. Es decir, el trazo cuenta en tanto que barrado. Es la búsqueda de la percepción perdida la que el objeto viene a llenar para que no surja “la cosa”.

Para concluir, el docente se refiere a la metáfora meteorológica que Lacan utiliza para explicar la dimensión de goce de la letra y, al mismo tiempo de significado. Por la ruptura del semblante (las nubes) que se produce la lluvia de significado y goce. Esta precipitación realiza una marca en el terreno que lo tacha y que lo llena simultáneamente.

 

Inmaculada Erraiz

 

 

 

 


 

Seminario de lectura y comentario de textos
La instancia de la letra en el inconsciente

Lituraterre III

Paola Bolgiani

29/06/2019

Lituraterra es, como dice Lacan, un juego de palabras, una figura retórica, una metátesis que consiste en el desplazamiento de algunas letras de una palabra, para formar otra palabra. Lacan produce algo que podemos considerar como un chiste; este tipo de desplazamientos semánticos están cada vez más presentes y nos hace comprender lo que plantea con materialidad del significante. La palabra en la materialidad sonora, que no quiere decir nada, que excluye el significado; que trae un goce que no se dirige al sentido, como nos ha mostrado Joyce.

Lacan retoma el texto de “La cara robada” para situar la letra como un elemento que se encuentra entre saber y goce. La pregunta es cómo se articulan estos elementos que están hechos de materia diferente.

Introduce el término frontera, una división simbólica que divide dos territorios de manera significante pero no nos permite hablar de saber significante y goce, en contraposición a litoral donde no estamos en dos territorios sino en uno. Ya no estamos en la lógica del Uno y el Otro sino en la del Uno solo, que nos evoca que no hay relación sexual.

En las figuras topológicas no hay frontera, hay una continuidad, una superficie. La letra hace de litoral entre el saber y lo que hace agujero en el saber, que es el goce. Para aclarar la noción de litoral, Lacan señala que lo que es primario es el significante; pero el significante del que habla aquí no es el significante articulado, sino que anticipa algo del significante de lalengua. Es el significante que golpea el cuerpo, el que los seres hablantes se encuentran al principio de su vida.

La letra es lo que hace litoral entre estos dos territorios, el goce y lo simbólico; pertenece a los dos territorios, separándolos, pero también poniéndolos en conexión. Nosotros solo tenemos herramientas simbólicas e imaginarias, no tenemos herramientas de real, pero lo real es lo que hace límite a lo simbólico y Lacan pone la letra como el punto que pertenece a los dos territorios, intentando construir una topología desde las fórmulas de los cuatro discursos.

Con este texto, Lacan establece un viraje en la teoría, en la clínica y en la política.

 

 

Esther González

 

 


Equipo de Bitácora 28

Inmaculada Erraiz, Esther González, Iñigo Martínez, Angelines Monreal, Cosme Sánchez, Kepa Torrealdai, Susana Viar, Ana Zabala (Responsable)

 

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