Julene Zuazua *

 

 

 

En primer lugar me gustaría agradeceros esta invitación, puesto que para mí es algo singular y nuevo. Singular sobre todo porque el autor de este libro, Iñaki Markez, no es alguien desconocido en absoluto, habiendo compartido con él espacios de trabajo tanto en la clínica como en diferentes proyectos más relacionados con lo social y más. Esto me ha permitido ir leyendo e identificando en el escrito ciertas pasiones e intereses que ya había podido compartir y escuchar.

Así más allá de una biografía de una artista prolífica que nació en México en el año 1907 y vivió hasta la primera mitad del siglo XX, más allá, de la influencia que el dialogo con los diferentes discursos o corrientes del momento provenientes de la familia, lo social, lo político, intelectual o artístico tuvo en su obra y su subjetividad Iñaki va describiendo un pedazo de la historia. Cuenta con detalle, La revolución Mexicana, la Europa de entre guerras, la guerra civil española y las consecuencias políticas, sociales e ideológicas de estos. Se extiende en diferentes corrientes artísticas como el muralismo o el surrealismo repasando varios de sus autores.

Diferentes lugares por donde acercarse a la persona de Fhida Kalho que se van entrelazando durante el escrito como las trenzas, tocados o peinados tan característicos que creó y lució la propia Frida. Convirtiendo su imagen en todo un semblante que ha atravesado generaciones en forma de símbolo del feminismo como reivindicación de la singularidad de una mujer.

Son muchos y variadas las posibilidades de reflexión que nos abre la lectura de esta obra.

También podemos encontrarnos en esta obra con diferentes fragmentos de los escritos del diario de Frida Khalo. En uno de ellos podemos leer:

Mi padre tenía desde hacía muchos años una caja de óleos con colores, pinceles dentro de una copa vieja y una paleta en un rincón de su tallercito de fotografía. Le gustaba pintar y dibujar paisajes cerca del río de Coyoacán. Desde niña yo le había echado el ojo a la caja de colores, no sabría explicar el por qué. Al estar tanto tiempo en cama, enferma, aproveché la ocasión y se la pedí a mi padre. Como un niño a quien se le quita un juguete para dárselo a un hermano enfermo, me la “PRESTO”…

Palabras que describen el momento donde una adolescente Frida, dolorida y encamada por un grave accidente sufrido inventa una solución a un real, pero no sin el Otro. No hay sujeto sin Otro.

En un texto elaborado a partir de la conferencia dictada en el ciclo Identitá in movimiento, organizado por el instituto del campo Freudiano en Italia, Vilma Coccoz escribirá: Las buenas salidas hacia “el gran mundo” y al goce de la vida se deciden en una ecuación personal, tejida con el hilo del azar y el destino. Es decir, en un entrelazamiento entre el saber inconsciente y los encuentros contingentes cuya forma aún no está inscrita en la experiencia, por ser, la de cada uno, el resultado de una invención particular, si bien ésta no puede aventurarse en el mundo sin que el Otro le diga: “Sí”

Una solución que encuentra en ese momento de soledad y de un encuentro con el cuerpo trágico y doloroso. Esto tan particular que encuentra la acompañara el resto de su vida convirtiéndose en una artista reconocida en su época como en la actualidad. La utiliza no sólo para plasmar los acontecimientos de su vida, dolores y amores en sus obras artísticas sino que también le permitirá construir un vínculo social. Logrando organizar un anudamiento entre el cuerpo, la palabra y el vínculo social. Muchos de sus cuadros y autorretratos son regalados y están dedicados a personas que va encontrando en la vida y con los que mantendrá una relación de amor. Así, Al comentar el cuadro “Las dos Fridas”, dirá:

“…creo que el objeto claro de esta pintura es la relación entre mi vida interna y Diego. El deseo de externar con colores y formas lo que no podría con palabras, y también el placer magnífico de pintar por pintar, no importa qué…”

La importancia, la abundancia y el cuidado de esos vínculos sociales, es algo que conmueve particularmente. Ese lazo social que construye no solo mediante la pintura y el intercambio de lo más íntimo, también lo construye alrededor de su interés político y su posición ética ante la guerra y las consecuencias que ella genera en las personas. Siendo una mujer activa en la acogida de los refugiados de la guerra española en Mexico. Acogiendo en su casa a grandes pensadores e ideólogos como Trosky, exiliado. Diferentes personalidades ilustres, del mundo del arte, de la política, de la medicina y de lo más íntimo con las que se encuentra y dialoga mediante reuniones o mediante innumerables cartas. Por citar alguno de esos nombres sigo el listado se los amores que ella señalo: Diego rivera, Alejandro Gomez, Alejandro Finisterre, catalán Josep Bartoli, Ricardo Viñas, Lucha Reyyes, levy, Machila Armina, Troski, Nicolas Murray, Isamo NOguchi, María Félix, Chavela Vargas, Martita, Francisco dos amantes, Judith Ferrero, Graciela Olmo.

No todos iguales, Fridha era todo un lugar de encuentro.

 

* Trabajo presentado en la Presentación del libro «Xóchitl Frida. “pinto con dolor y mucho amor”», de Iñaki Márkez, organizada conjuntamente por la Asociación de Profesionales de Salud Mental Comunitaria OME EUSKADI y la Antena Clínica de Bilbao, y celebrada el jueves 17 de noviembre de 2022 en el Colegio de psicólogos de Bilbao