Iñaki Markez

 

Voces de mujeres. La travesía del silencio

ISBN: 978-84-19227-98-0. Ediciones Beta III Milenio, 2025

Autores: Lierni Irizar y Arnoldo Liberman

 

Me preció curioso partir de la gran pregunta de Freud a Marie Bonaparte de “¿Qué quiere o desea una mujer?”, sin respuesta, este libro sirve de incentivo al pensamiento sobre tan conflictiva y dilemática cuestión a través de las obras y opiniones de un puñado de mujeres. Con sus relatos, vivencias, logros, incluso su marginalidad, reflexiones, contribuciones en la historia de la cultura, todo ello invisibilizado hasta hace poco tiempo, fagocitado por el poder hegemónico masculino trasmitido, sobre todo, por otros hombres. Divulgar historias y nombres, superar la ignorancia, son parte de los objetivos no confesados de este libro, pero sí logrados, eso espero.

Nos apuntan su intención en este libro: comenzar a conocer lo que ignoramos, “ver donde nadie ve, andar por donde nadie anda, oír lo que nadie oye” gracias a mujeres ilustres reflejadas en este libro. “Aquí estamos, esta soy yo, y aquella y aquella otra, son muchas…”, cuando menos el 50% de la población mundial. Si hablan de representación de valores positivos, quizá mucho más. Lo han logrado con las voces de estas siete mujeres elegidas.

FRANCISCA AGUIRRE (1930-2019), Paquita, poeta, tierna, lúcida, ponderada y sabia. La Paca para quienes la querían. Aprendida una frase suya: hay que sospechar de quien dice tener certezas sobre algo, porque las certezas suenan más verdaderas entre signos de interrogación. Una mujer que sabía mucho de los sótanos del alma, pero no se hospedaba en ellos. Sepultó a su padre, asesinado a garrote vil por el franquismo, con un adiós imposible. Francisca amó la vida a pesar de tanto horror. En sus textos hablaba consigo misma y se decía lo que le gustaba o lo que no, hasta escribir “Que planche Rosa Luxemburgo”, harta y deseosa de cuidarse más. Hasta decirnos que escribía cuando ya no podía más.

HANNAH ARENDT (1906-1975). Modelo de mujer universal con voz propia, en algunos momentos, convencida de ser diferente, extranjera en tanto que mujer judía, ambas inseparables. Pensadora, interesada por la poesía y el amor que tanto nos conmueven…, mientras reivindica su derecho a derecho a pensar por sí misma, sin mordazas. Su “carga pesada” llevó a Arendt a proponer que el pueblo judío se uniera a la batalla contra el nazismo, como judíos, bajo bandera judía. No ocurrió y ella se desdijo de aquello. No de su posición crítica a las injusticias que su pueblo cometía. Señaló la curiosa relación entre homosexualidad y judaísmo, identidades trasgresoras en el discurso médico de la época.

LOU ANDREAS-SALOMÉ (1861-1937), buscaba explorar el enigma femenino, mujer con muchos vínculos con gentes de la filosofía, ciencia, poesía, psicoanálisis…, generadora de gran fascinación y amores. Mujer singular que cuestionó los modelos establecidos de pensamiento y el goce. Coherente con su estilo de vida. Grandes amores, ser del círculo psicoanalítico de Freud, se atrevía a cuestionar a pensadores y analistas como Jung, Adler, Ferenczi, Tansk…, en una época que no propiciaba la libertad de las mujeres. Ha pasado a la historia como símbolo de mujer libre.

EMILY DICKINSON (1830-1886). Poeta porque busca lo que no es, da voz a lo que no se dice y afirma lo que no se sabe. En una época que se reía de las mujeres que pretendían ser poetas porque no se esperaba nada de ellas a nivel intelectual en un tiempo de coerciones y obligaciones a acatar o eludir.

Posibilidad aceptada de que Emily hubiera sido aceptada bisexual u homosexual y no “heterosexual sublimada”, sin pérdida erótica alguna pues supo transformarla en imágenes poéticas. Emily desbordó el canon de su época, hablaba como una mujer libre, no una esclava de su género sometida al juego de la identidad y la relevancia.

ALEJANDRA PIZARNIK (1936-1972). Poeta, ensayista y periodista en diversas revistas y periódicos, de una familia de inmigrantes ucranianos de credo judío que se instalaron posteriormente en Argentina. Interesada por el psicoanálisis, pero su vida breve terminó en suicidio, una semana después de abandonar la clínica donde se restablecía de una depresión. En sus Diarios íntimos, cargados de palabras y metáforas, se encuentran reflexiones de su ascendencia judía, descubierto al morir su padre, en 1967, año trágico de la Guerra de los Seis Días al invadir Israel a los países vecinos; y encontrar la dificultad para conciliar distintos cambios del pensamiento y la vida en ámbitos marcados por la persecución y la desconfianza.

INGEBORG BACHMANN (1926-1973). Con infancia y juventud marcadas por las heridas de la guerra y el fascismo. Realizó su tesis sobre Heidegger. No optó por la maternidad. Entendió la escritura como el modo de encauzar su deseo de hacerse escuchar y desmarcarse de un padre filonazi. Italia fue su refugio, “el país del alma” aunque llegara un final trágico con su amante Celan: locura y suicidio de él; locura y fuego en ella, un fuego accidental tras ingesta de alcohol y pastillas.

MARGUERITE DURAS (1914-1996) no escribe para huir de su destino sino para habitarlo. Dice “mi vida me quiere escritora…, entonces escribo”. Con estilo introspectivo cercano a la autobiografía. Escribió narrativa, teatro y guiones, más de 50 libros, dirige cine, milita en muchos lugares desde su ideología comunista, presente en la Resistencia frente a la ocupación nazi, anticolonialista y por la independencia de Argelia, en el mayo del 68, también militante por el aborto y la cultura. Le llamaron la autora del deseo e indagadora de Eros, escritora de gran sensibilidad, indagación psicológica pese a emociones contradictorias. Presente y dinamizadora en el Congreso de la Izquierda por la Paz en Oriente Medio, en París de 1969, con la flor y nata de las militancias del internacionalismo parisino.

Irizar y Liberman, han profundizado en las biografías de las mujeres elegidas, buscando el apoyo de opiniones parciales sobre ellas. Se trata de un libro profundo de sus personajes. Verdaderos estudios de cabecera para lectura de sofá.

 

La lengua que nos habla. Restos de una penumbra

Ediciones Beta

Autora: Lierni Irizar

 

Es el reflejo de diferentes miradas desde lo humano, desde una mirada poética de la autora. Con un título, como dice Dalila Arpin, la autora del Prólogo: Hablar sin querer decir, dejarse llevar por lo que habla en él, aceptar, de dejarse hablar.

Un libro donde la autora juega y viaja, junto a quienes leemos este texto, con las Palabras y los Sueños.

PALABRAS. Con juegos de palabras, pasionales, palabras escondidas en otras palabras, Lierni Irizar, ya en la Presentación nos dice que Palabra y escritura se enlazan para jugar y soñar, decir lo singular y desconocido…deteniéndose en palabras que importan:

– Hablar bajo el agua, con lenguaje peculiar, hasta caótico.

– Hablar con metáforas o ¿toda palabra es 1 metáfora? Palabras, metáforas, malentendidos…, nos mueven.

– Palabras juguetonas, palabras que acarician, palabras que nos acarician.

– Palabras soñadas que se acercan a los sueños, pueden ser leídas o son imposibles.

– Palabras escritas que dejan huella…, quizá en lenguas muertas (ahí está el latín), pero no vacías. No existen las palabras muertas, tienen vida, esta debe formar parte de su definición. Quizá se acompañen de una voz íntima ¿por qué no?

LOS SUEÑOS nos hablan, a veces con olvidos… Efímeros, equívocos, misteriosos, no reales y sí de ficción…, aunque haya que seguir en ese camino a María Zambrano.

Para terminar con la productiva relación entre saber y soñar, también entre sentir y palabrear, entre lo imposible y lo real… O lo irreal y posible. Con palabras bellas y sentimientos también bellos ¿O no?

Dice Liberman en el Epílogo: Entonces ¿vamos a las palabras desde los sueños? Un buen complemento, O bien, añadamos ¿de los sueños hacia las palabras?, ¿por qué no?

Poesía, lenguaje y sueños… Son palabras, palabras y palabras…, en diferentes tipos de viajes que Lierni sabe conducirnos en este libro cercano a un peculiar ensayo sobre la palabra. ¿O tendremos que decir ensayo sobre la poesía, el lenguaje y los sueños?