Maribel Sánchez

Lectura del texto de Miquel Bassols: “Crónica del malestar: Nuestro discurso del amo”

 

Bassols introduce el texto con una paradoja: Por un lado designamos al discurso del amo como un mal a curar, pero por el otro, el inconsciente, es en sí, el discurso del amo. Por lo tanto, querer curarse del discurso del amo, es querer curarse del inconsciente.

Para Lacan, el discurso del amo, es el reverso del discurso del analista. ¿Cómo operamos con este discurso del amo hoy? y ¿cómo podemos servirnos de él?

Esto siempre va a depender del uso y manejo de la transferencia. La transferencia es nuestro discurso del amo. Está presente en la experiencia analítica, pero también en los lazos sociales, las instituciones y en la “Escuela-Sujeto”

¿Cómo operar entonces con la transferencia en las instituciones, teniendo en cuenta que, como Lacan enuncia en su “Proposición del 9 de octubre…”, no hay intersubjetividad en la transferencia. ¿Cómo manejarla si no es una relación entre dos sujetos? Sabemos que en la experiencia analítica, el analista debe ocupar la posición de objeto, pero ¿cómo operar con la transferencia fuera de nuestro campo?

En la articulación con lo que plantea Bassols en el texto, me vino a la cabeza una conferencia del mismo autor, que había escuchado meses atrás titulada: “Autoridad y Autoritarismo. La experiencia del psicoanálisis” (1). La conferencia fue impartida en julio de 2022 en el NUCEP de Madrid y está disponible en YouTube.

En esta conferencia Bassols nos plantea que estamos en una época de crisis de autoridad en todos los campos, y nos pone el ejemplo de esta crisis en los padres, las madres, los maestros, terapeutas, campo de la ciencia, monarquías religiosas, policía… etc. A la vez, y en la medida en que esta crisis de autoridad está presente en todos los lugares, hay una emergencia del fenómeno del autoritarismo.

Este tema ya fue abordado por Lacan, y plantea Bassols, que es a partir de su enseñanza, que podemos hablar de una nueva forma de autoridad. Esta es la tesis que plantea Bassols.

El autoritarismo no es simple, se infiltra en el tejido social de maneras sutiles. El resorte del autoritarismo en inconsciente. El inconsciente es el discurso del amo. Así, no hay autoritarismo sin una suerte de servidumbre voluntaria. Esta servidumbre a las posiciones autoritarias es algo que sucede de forma inconsciente.

Se pregunta aquí Bassols, qué puede aportar el psicoanálisis a la cuestión de la autoridad y el autoritarismo y cómo maneja el analista esta cuestión en la transferencia.

Responde que hay, como ya dijo Lacan, una forma de autoridad distinta, con respecto a las clásicas formas de autoridad. Así, el discurso del analista ocupa una forma de autoridad diferente a todos los discursos.

Plantea que no es fácil distinguir un abuso de poder, de un manejo del dispositivo terapéutico. Y pone el ejemplo de la psicoterapia donde el terapeuta puede ocupar una posición autoritaria en nombre del bien del sujeto. Este tema ya lo planteó Freud distinguiendo el uso de la sugestión del manejo de la transferencia.

Uno de los maestros de Lacan fue Alexandre Kojeve. Nos señala Bassols que Lacan tuvo en cuenta el libro escrito por el autor “La noción de la autoridad” de 1947 para escribir los cuatro discursos. Este autor, junto con Michel Foucault, hacen referencia al declive de la imago paterna como una de las formas de crisis de autoridad.

Kojeve, señala en el libro cuatro formas de autoridad:

1- Autoridad teológica:

Es la autoridad del padre sobre el niño, o de los mayores sobre los jóvenes. Es la tradición que se trasmite. También la del padre muerto o el NP. Se trataría de la autoridad de la que todos somos creyentes, exceptuando aquellos que lo han forcluido.

2- Autoridad del amo sobre el esclavo:

Retoma la dialéctica de Hegel sobre el amo y el esclavo. Se trata de la autoridad del vencedor sobre el vencido, o del hombre sobre la mujer, en las sociedades patriarcales. No solo el amo considera al esclavo, sino que es el esclavo, el que se considera a sí mismo como tal.

Apunta Bassols, que el discurso del amo, comienza a moverse en esta forma de autoridad.

3- Autoridad del saber:

La referencia es a Aristóteles. La autoridad del saber sobre la ignorancia. También es la figura actual del evaluador. El saber aquí, está puesto en el lugar del agente, pero es un saber que deja oculta a la verdad.

4- Autoridad de la Justicia:

La referencia es a Platón. Surge de alguien a quien consideramos justo o equitativo. La reconocemos en las normas que ordenan la vida.

Es la autoridad del juez o del árbitro, también la del legislador. Sobre éste último, señala Bassols, que cuando alguien es llamado a ocupar el lugar del Otro del Otro, necesariamente va a estar en una posición de impostura.

 

La autoridad analítica no puede reducirse a ninguna de estas cuatro formas.

Lacan, en “Subversión del sujeto…” abre una nueva perspectiva, al señalar que, “el legislador puede estar en el lugar del impostor, pero no la ley misma. La ley misma, si la entendemos como la ley de la palabra y el lenguaje”, lo que desplaza el problema de la autoridad y el poder al problema del lenguaje. Así, no hay Otro que pueda venir a hacer la ley de este poder del lenguaje en el inconsciente.

Este tema también lo plantea Lacan en “La dirección de la cura y los principios de su poder”. Justamente, se plantea cuáles son los principios del poder de la cura psicoanalítica. Y dice que, “la impotencia para sostener auténticamente una praxis, se reduce, como es corriente en la historia de los hombres, al ejercicio de un poder”.

Plantea así, una relación inversa proporcional entre autoridad y poder: A más autoridad, menos necesidad del ejercicio de un poder y a más ejercicio del poder (ejemplo de sugestión) menos autoridad.

Esta idea es muy importante, ya que funda para Lacan la idea de autorización del analista, en la medida en que sitúa el poder, no en el lugar del analista, sino en el lugar de la palabra.

Si el analista utiliza algún poder, es el poder de la palabra, en la medida en la que él mismo no se identifica con la figura de autoridad que le confiere la transferencia. Así, en la cura, no se conduce al sujeto, si no la cura, separando poder y autoridad.

Como decía Bassols en el artículo, en la transferencia no hay intersubjetividad, lo que quiere decir que el analista ha de colocarse como objeto, en un lugar vacío, usando el poder de la palabra y el lenguaje, pero no en nombre propio ni en nombre de su experiencia personal.

Vemos como la autoridad analítica es una nueva forma de autoridad, pero ¿cómo desarrollar esta nueva forma de autoridad más allá de la clínica? ¿Cómo articularla en la política y en las instituciones? ¿Es posible seguir en estos campos, la lógica del dispositivo analítico?

Estos son, algunos interrogantes importantes que debemos plantearnos.

 

 

 

NOTAS:

(1.) Bassols, M., “Autoridad y Autoritarismo. La experiencia del psicoanálisis”. Conferencia impartida en el Nucep (Madrid). Julio 2022. https://www.youtube.com/watch? v=MrSZJ_psc3o Maribel Sánchez. Febrero 2023