Elena Esther Gómez Santoyo*

 

El pasado sábado 18 de Enero de 2014, se presentó en la Librería Gil de la Plaza de Pombo en Santander, recientemente galardonada con el Premio Nacional Librería Cultural 2013, el libro “No todo sobre el autismo” de Neus Carbonell e Iván Ruiz. Contamos con la presencia de una treintena de personas, muchas de las cuales habían asistido la tarde anterior a la proyección del documental “Otras voces, una mirada diferente sobre el autismo”.

Esther González, miembro de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis llevó a cabo la introducción del libro y la presentación a los asistentes de Iván Ruiz. Hizo un breve recorrido por el libro donde los autores señalan el debate que suscita el autismo en relación a la causalidad del mismo, y las diferentes tesis que encontramos en oposición genéticas/ambientales, con propuestas que entienden el autismo como un déficit a medicar para regularlo y una dificultad de aprendizaje a ser pedagógicamente tratada. Pero ¿acaso un sujeto deja de ser sujeto, cuando a su organismo le ocurre algo a nivel biológico? El libro argumenta que no y habla de la importancia de sostener que se trata de un sujeto, más allá de la afección o no de su organismo.

También se detuvo en un punto importante del libro para los padres, respecto a la supuesta culpabilización de la que el psicoanálisis les acusa por el autismo de sus hijos. Los autores afirman claramente que no hay modo de empezar un tratamiento sin los padres, pues ellos conocen mejor que nadie a sus hijos y saben cómo responden en cada circunstancia. El psicoanálisis no culpa a los padres, sin embargo, a menudo ellos llegan con un sentimiento de culpa, con un sufrimiento que el psicoanalista acoge y escucha para ayudarles a ocuparse de las dificultades de sus hijos sin tanta angustia.

A continuación Iván Ruiz tomó la palabra para comentar que es un libro escrito para los padres pues sentían que se les debía a los padres por lo mucho que nos enseñan sobre sus hijos. Es un libro que no existía, hecho para los padres, que en su día a día se angustian, se inquietan y no podían recomendarles ningún libro que no les culpabilizara o les obligará a hacer más cosas con sus hijos a modo de terapeutas. Al hilo de algunas preguntas de los asistentes, Iván da cuenta de que a veces hay cierta coincidencia entre un episodio traumático en la vida del niño y la aparición del autismo, pero que nunca se puede plantear como causa efecto porque siempre hay que contar con que el niño decida posicionarse defendiéndose ante ese traumatismo de una manera autista o no. Iván nos explica cómo los padres saben muchas cosas sobre sus hijos aunque a veces no saben que las saben. Y contar con ellos es parte fundamental que el tratamiento psicoanalítico lleva a cabo. Nos recomendó también la web “autismos.es” en la que encontrar puntos de apoyo diversos para los padres, no sólo en las sesiones ambulatorias y/o con el psicoanalista y en el colegio.

En el libro hay un capítulo dedicado a la Educación pues atraviesa por un momento complejo, con un cierto empuje a la normalización que recae sobre el autista como una exigencia sin posibilidad alguna de oposición a ella.

Ante la pregunta por el aumento tan grande del diagnóstico de TEA en la actualidad, Iván nos explica que el diagnóstico es una clasificación que se hace por consenso, y que ese consenso puede cambiar de un tiempo a otro. Los padres reciben ese diagnóstico como una verdad absoluta y es necesario explicarles en qué contexto se enmarca pues no hay un consenso total sobre el diagnóstico. A pesar de las apariencias lo primero que la clasificación produce es la segregación, no la inclusión en un grupo y por ello debemos ser cuidadosos con el diagnóstico. La infancia contiene un enigma irresoluble, cómo un organismo se hace sujeto, cómo se sujeta a la vida y a las palabras y al lenguaje. Y ante este enigma lo social responde obturándolo. Los diagnósticos tienen que ver a menudo con tapar ese enigma de la infancia para nombrar lo que está desregulado en el campo del lenguaje. En estos momentos está cogiendo mucha importancia en este sentido obturador el diagnóstico de trastorno bipolar para nombrar también lo que está desregulado en la infancia.

La última intervención tiene que ver con la pregunta de un padre sobre el día a día con su hijo autista, más allá de todas estas explicaciones preliminares y sobre cómo trabaja el psicoanálisis en las sesiones con los autistas. Iván contesta que los psicoanalistas insistimos tanto en lo preliminar porque si un niño debuta con autismo en su vida, no es seguro que se le pueda ayudar, a veces se ponen todos los medios posibles y el niño no consiente en salir de su encierro, de su posición defensiva frente al otro y hay que poder entender esto. Y que el libro puede ayudarle precisamente en ese día a día porque está escrito fundamentalmente para eso. Para terminar explica que los psicoanalistas trabajamos con la palabra, y por ejemplo en la entonación hay todo lo que no se dice en la palabra. Trabajar con la palabra significa trabajar con lo que organiza, organiza los espacios. Y trabajamos observando el juego del niño y jugando, pues aunque parezca algo banal, el juego es sumamente importante, porque implica aceptar al otro que está ahí, el juego está inscrito en un orden simbólico que contempla al otro aunque ni siquiera esté presente. También significa no tanto hacer que el niño o la niña autista diga palabras, sino interesarle en que hable, que lo poco o mucho que diga lo diga desde su deseo de hablar y comunicar algo propio.

* Reseña de la presentación realizada por el Grupo de Trabajo de Psicoanálisis y prácticas educativas de Cantabria, inscrito en el Seminario del Campo Freudiano de Bilbao, del libro “No todo sobre el autismo”, en en la Librería Gil de Santander, el día 18 de enero de 2014