(Referencia del Seminario 6, El deseo y su interpretación, de Jacques Lacan)

Consuelo González*

The bell then beating one

Esta referencia versa sobre la versión cinematográfica de Hamlet de Kenneth Branagh, director protagonista principal y adaptador del guión para la pantalla. La película se estrenó en 1996, en su versión comercial se presentó en una versión reducida de 150 minutos; posteriormente se editó íntegra en Blu-Ray con una duración de aproximadamente unas cuatro horas. La cinta fue candidata a cuatro Oscar sin conseguir ninguno, aspirando al premio por mejor guión adaptado y a otros tres en dirección artística, vestuario y música.

Si innumerables son los ensayos dedicados a Hamlet, no son pocas las versiones cinematográficas: la página web del IMDB (Internet Movie Data Base) recoge más de cien títulos; por señalar una curiosidad, hay un corto de 1900, protagonizado por la actriz Sarah Bernhart realizado para la exposición universal de París.

En varios lugares del Seminario 6, Lacan comenta cómo se recuerdan algunas interpretaciones estelares en el teatro inglés, y el reto que supone para un actor interpretar esta obra. Esta película tiene mucho de esto, es el Hamlet de Kenneth Branagh. El Hamlet que dejó su huella en Branagh fue el de Derek Jakobi , que presenció de niño y que según parece decidió su vocación. Años más tarde, Branagh le dio el papel de Rey Claudio.

La obra está completa, los parlamentos de los actores se rodaron sin cortes con extensos planos secuencia. El film se desarrolla a mediados del siglo XIX. Las escenas exteriores del castillo de Elsinore corresponden a Blenheim Palace, palacio barroco de principios del siglo XVIII, cuna de Winston Churchill, y residencia de su familia desde su construcción. Los exteriores de este castillo están abiertos al público (Woodstock, ocho millas al norte de Oxford).

La cinta se filmó en película de 70mm, el tipo de celuloide empleado en las muy grandes producciones, con un reparto estelar en toda regla. La lista es tal que parece que se hubieran dado de bofetadas por interpretar incluso el más pequeñito papel: Kate Winslet como la mejor Ofelia de todos los tiempos, Julie Christie es la reina Gertrudis, Derek Jacobi el Rey Claudio, Jack Lemmon (Marcello), Judi Dench (Hécuba), Charlton Heston (el comediante principal), Billy Crystal (el primer enterrador) o Robin Williams (el joven Osric) entre otros.

Destacan tres colores en los interiores: blanco, dorado y rojo, que realzan por un lado el colorido de la corte en los esponsales en contraste con las vestiduras negras del hierático Hamlet.

He elegido describir tres escenas: el inicio de la película mientras se oyen las doce campanas de la medianoche in crescendo de intriga; el encuentro de Hamlet y Ofelia en los pasillos de palacio y la escena final cuando ya muerto y honrado como rey es objeto de todos los honores, para nada

Acerca del tiempo: Es el comienzo de la película que con gran economía, inicia con el sonido de las campanas de medianoche y mientras van sonando aparece el título, la inscripción -HAMLET- en la piedra de un pedestal detrás del que asoma la explanada del castillo de Elsinore y el soldado de guardia oteando la oscuridad en la noche, fría por cierto. Aparece la estatua de bronce del Rey en cuya mano metálica se dispara la empuñadura del florete, empezando la acción, abruptamente, con Bernardo llegando de lo más puntual al relevo con gran susto para todos.

La segunda escena: el objeto Ofelia, el anzuelo y la carnaza. “Leer Hamlet no es en absoluto lo mismo que verlo representado”, comenta Lacan a aquellos que le reprochan ignorar la existencia del cuerpo. En este sentido, en la película es muy efectivo el uso que se hace de los flashbacks, contándonos el estado de la cuestión amorosa de esta pareja.

He elegido la escena 7 del segundo acto como un ejemplo más de la intensidad al ver estos versos interpretados por Branagh y Kate Winslet. Es la primera escena en la que ambos se encuentran, ocurre al terminar el monólogo del “ser o no ser”. La oye acercarse Soft you now, the fair Ophelia (01:36:40), se alegra de verla (¡Ninfa!) y conmovido por el saludo de Ofelia, la besa y abraza; pero ella -según el guion- lo interrumpe devolviéndole los regalos. Al advertir que le ha tendido una trampa es como si tragado el anzuelo intenta arrancárselo y tirar de él algo en sí se destroza. (que se cierren las puertas y que pueda hacer el bobo solo en su propia casa). Injuria, empuja, tira y arrastra a empellones a Ofelia de una punta a otra del salón, le estruja la cara contra el espejo -no more marriages-, pero a la vez no la puede soltar.

La tercera escena: El resto es silencio, si vives trasmite.

Hamlet, ya herido de muerte, pide a Horacio que otorgue su voto a Fortimbrás y que como amigo dé cuenta de su historia, ya que es lo único para lo que pueden servir todas las desgracias que ha vivido.

Ya muerto recibe tratamiento de rey.

Las escenas del cortejo fúnebre de soberano se desarrollan en tres tomas. La primera, al parecer fue una improvisación de última hora. Empieza con la mirada perdida y fija a cámara, mientras es llevado a hombros por una formación de capitanes. La segunda, en plano picado, muestra un descendimiento, de las botas a la cabeza. Y la tercera: primer plano del rey Hamlet en los funerales de estado oficiados en la explanada nevada e inhóspita de Elsinore. En la verja de entrada del castillo, mientras tanto, los operarios derriban a martillazos la efigie de Hamlet. El sonido de los golpes metálicos sirve de contrapunto final a las campanas del inicio.

Si tienen oportunidad de verla, no se la pierdan.

 

* Trabajo presentado en la clase del 5 de diciembre de 2015 del Seminario del Campo Freudiano de Bilbao, Curso 2015 – 2016, dedicado al Seminario 6 de Jacques Lacan