KEPA TORREALDAI*

 

 

 

Se trata de una conversación (1) entre Pierre-Gilles Guéguen y Jacques-Alain Miller en el que se dedican al comentario del capítulo V del Seminario XX, Seminario Aún (2). Este capítulo V fue titulado por JAM como “Aristóteles y Freud, La otra satisfacción”.

Este capítulo V de Aún, se inaugura con la frase de Lacan: “Todas las necesidades del ser que habla están contaminadas por el hecho de estar implicadas en otra satisfacción a la cual pueden faltar”. “La otra satisfacción es lo que se satisface a nivel del inconsciente”. Y concluye esta introducción con: “el goce del que depende esa otra satisfacción cuyo soporte es el lenguaje”

Entonces partimos desde 3 puntos: las necesidades, la otra satisfacción y el lenguaje como aparato de goce.

Para situarnos, hemos hecho un salto desde el paradigma IV del Seminario XI donde el goce estaba fragmentado en objetos a, circunscritos a una especie de pequeño hueco, al paradigma VI de la no relación de Aún, donde hay una disyunción entre goce y el Otro.

Así en este capítulo de Aún, Lacan pone en tensión la ética a Nicómaco de Aristóteles con el principio de placer de Freud. Y se pregunta ¿En qué habría habido falta respecto a cierto goce? Lacan nos explica que la realidad se aborda con los aparatos del goce y que no hay otro aparato que el del lenguaje. Entonces, el goce se apareja en el ser que habla a través del lenguaje. Pero a la inversa quizá, el goce a su vez muestra que está en falta, hace falta que algo cojee por su lado. Desmonta que el proceso primario sea anterior y asume que Lutzprinzip se satisface con el bla-bla-bla. Esto quiere decir que “el inconsciente está estructurado como un lenguaje”.

De esta manera, seguimos a Lacan en este capítulo V de Aún a través del siguiente trabalenguas para responder a la siguiente pregunta: ¿Entonces para qué sirven las palabras?

“Para que haya el goce que falta”. Esto debe leerse: “el goce que hace falta que no haya”. “Se produce entonces el goce que haría falta que no fuese. “Es el correlato de que no haya relación sexual y es lo sustancial de la función fálica”. “Si hubiese otro goce que el fálico, haría falta que no fuese ese”, “pero no hay sino el goce fálico a no ser por el que la mujer calla, el que la hace no-toda”. Entonces la Urverdrangung, la represión primordial, reprime el goce porque no conviene que sea dicho”. Finalmente: “el goce no conviene a la relación sexual”. “Porque habla, dicho goce, la relación sexual no es”.

Llegamos a esta consideración: “Del lado macho sería el objeto a lo que viene a suplir la RS que no es, pero del lado de La/ mujer está en juego otra cosa.”

 

4 puntos de la Revalorización del amor capítulo VII del Partenaire-síntoma:

1.- Estatuto del amor:

Pierre-Gilles Guéguen se pregunta si el vector del amor permite alojar el objeto a para el hombre y el otro goce para la mujer, en el lugar donde el Otro no existe. A su vez, opone el apólogo de San Martin (silencioso) con el de Salomón en el que introduce la palabra y un nuevo amor se pone en juego.

JAM responde retomando a Freud, que el amor supone una la naturaleza profundamente narcisista y recuerda que es a ti mismo a quien amas en el Otro. Incluso cuando se ama al que lo protege o nutre, queda esta base de amor narcisista.

Leyendo el capítulo V de Aún desde el Seminario IV podríamos decir “Todas las necesidades del ser que habla están contaminadas por su implicación en la demanda de amor”. Ya en Donc, en 1993 Miller había subrayado que este amor que está en la palabra, en el llamado a la palabra y en el don de la respuesta, es un operador esencial. Función eminentemente simbólica, surge la pregunta por el amor en lo real. En el Seminario VII y a través del apólogo de San Martin se hace un acercamiento fugaz, ¿Se puede amar al Otro en su goce?

 

2.- El amor es más que el amor:

La perspectiva de Aún es la de la pulsión. Una pulsión concebida como profundamente autoerótica. Que se cierra sobre sí misma. Que encuentra el objeto en su interior. La boca que se besa a sí misma. Una satisfacción con una especie de objeto interno. Lacan invitaba a distinguir el objeto de la pulsión que uno puede buscar por el mundo, a este objeto interno, que es el medio para que la pulsión se cierre a sí misma.

Aquí podríamos hacernos la pregunta, ¿Si la pulsión se cierra sobre sí misma cómo puede establecerse una relación con el Otro?

Entonces, surge el amor en en una función inédita. Es un amor a nivel de lo real, a nivel de lo real de la pulsión. Cómo el goce pulsional se descompleta para embarcarse en los asuntos del deseo. El final de este recorrido se resumirá en el matema amor/[RS], que el amor en lo real suple la ausencia de la relación sexual. El amor como metáfora de algo que no hay. “No hay relación sexual, es el correlato del autoerotismo de la pulsión”.

 

De esta manera se puede abordar la sexualidad femenina. Dice esencialmente que el goce femenino tiene relación con el Otro bajo la forma de S(A/), mientras que del lado macho domina la pulsión. Del lado macho no hay apertutra al Otro, el acto de amor no le da esta apertura. Permanece encadenado a lo autoerótico de la pulsión, como mucho es capaz de hacer del Otro un objeto a que le sirva para la satisfacción pulsional. Del lado femenino sin embargo se supera la doble barra, se engancha al Otro, se independentiza de la exigencia pulsional.

 

3.- Lenguaje aparato de goce:

JAM nos dice que bajo la estructura del Edipo habita una estructura más fundamental. Se trata de que el lenguaje como tal tiene efecto del Nombre del Padre, que la verdadera identidad del NP es el lenguaje. Produce un vaciamiento del goce. Hasta el Seminario XVIII el lenguaje se presentaba como anti-goce. Colocaba entonces el Otro como evacuado de goce. De esta manera el goce se refugiaba en las zonas erógenas de Freud.

En Aún se viene a subvertir esto diciendo que “el lenguaje mismo es aparato de goce”. Hasta Aún el goce es un asunto de resto. En Aun sin embargo, el goce está en todas partes. “Todas las necesidades del ser que habla están contaminadas por el hecho de estar implicadas en otra satisfacción”. Ya no se trata de sujeto, usará el neologismo ser que habla (parlêtre), porque sujeto S/ remite al lenguaje como vaciador de goce. Al final capítulo IV de Aun dirá “El sujeto, como tal, no tiene mucho que ver con el goce”. A partir de Aun el término de Sujeto ya no alcanza. El ser hablante incluye el cuerpo, ya no pensará al inconsciente sin la pulsión. Así en el Seminario XXIV reformulará el concepto de inconsciente como L´une-bévue haciendo una lectura neológica del l´Unbewust freudiano.

Da así un vuelco a toda la doctrina lacaniana donde “Todas las necesidades del ser que habla están contaminadas por un goce” que se encuentra en el nivel mismo de la palabra, cuestionando incluso la función del significante por sus efectos de significado, cuando se apoyaba en la metáfora y la metonimia. Lo coloca al nivel de la sustancia gozante, no por encima. Diciendo finalmente, que el significante es causa de goce.

 

4.- Eso quiere decir:

Desanuda Significante y significado. No tienen relación. Separa S1-S2 del inconsciente estructurado como un lenguaje. No hay relación. Y pone al Significante en relación a su efecto de goce. Explicará que que lo que ancla el significante con el significado ya no es el NP sino el discurso de una comunidad. ¿Pero qué hace necesario el discurso? La ausencia de Relación sexual. El discurso viene a taponar esta hiancia a través del significante. El lazo social es el término que responde a la relación sexual. “A falta de pan, buenas son tortas”. A falta del goce de la relación sexual, tenemos el goce de los universales, el de la comunicación, el goce comunitario, el grupal…Todo esto es del orden del goce sublimatorio, “cuando lo dejan solo, el cuerpo hablante sublima todo el rato” (3), no implica al Otro.

Pero aquí lo que se aporta como novedad, es que la sexualidad femenina tiene una relación especial con el Otro.

 

 

 

NOTAS:
1/ Jaques-Alain Miller, El partenaire-síntoma, Paidós
2/ Jacques Lacan, Seminario XX. Aun. Ed Paidós capítulo V. Clase del 13 de Febrero de 1973
3/ Jacques Lacan, Seminario XX, Ed Paidós pág. 146

 


* Trabajo presentado en el Seminario de lectura y comentario de textos del 13 de marzo de 2021 de la Antena Clínica de Bilbao, Curso 2020 – 2021, dictada por Graciela Brodsky y dedicada a las lecciones 13, 14 y 15 del Seminario XILos cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis, de Jacques Lacan